"El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños"... les presento mi sueño para seguir creciendo juntos...

domingo, 17 de abril de 2016

Defensa de la Tesis Doctoral: momentos académicos y personales inolvidables

El día miércoles 30 de marzo del 2016 quedará grabado en mi memoria como un momento en vida muy importante. Luego de 5 años de trabajo, apasionante trabajo, pero también diversos obstáculos sorteados, llegó el día de la esperada defensa de la tesis. Tuve la suerte de poder realizar la defensa en la hermosa Universidad de Málaga, acompañada por uno de mis directores, y mis queridos padres. 
El tribunal estuvo presidido por la Catedrática de la Universidad de Valencia la Dra. Marisa García-Merita, la Dra. Norma Maglio (Universidad Nacional de La Plata) y la Dra. Auxiliadora Durán Durán (Universidad de Málaga), quienes evaluaron de una manera muy cuidadosa y valorando el trabajo realizado. Se obtuvo la máxima calificación (Cum laude por unanimidad), por lo que se otorgó la Mención Internacional.
Han sido muchas las personas que me han acompañado en este hermoso camino... por ello, aquí vuelvo a agradecer a todos ellos, que están así mencionados en la tesis. 

Porque realmente hubo todo un gran EQUIPO detrás de este trabajo, tengo que agradecerles a todos ellos, en donde cada uno contribuyó desde su importantísimo lugar.
En el primero de ellos, a mi directora por la Universidad Nacional de La Plata, Vanina Schmidt por ser la persona que me abrió las puertas a este apasionante camino de la investigación y me enseñó una cantidad incontable de herramientas para hacer de esta profesión, un disfrute y un lugar permanente de desafíos. Por sostener el proyecto en los peores momentos, por el coraje para afrontar dificultades y por el empuje a seguir aprendiendo todos los días.
A Antonio Hernández Mendo, mi director por la Universidad de Málaga, por sumarse en el camino y brindar miles de oportunidades de crecimiento y desarrollo. Por el respaldo incondicional frente a las dificultades y por el constante empuje a nuevas experiencias y al aprendizaje de herramientas y técnicas.
A ellos, porque juntos han formado un verdadero equipo de “padres académicos” que realmente me han mostrado la importancia del balance entre el apoyo y el incentivo para el logro de un objetivo.
A mi codirectora de beca, Nora Leibovich de Figueroa por su cálida bienvenida al equipo de investigación y hacer siempre de soporte sabio en este largo camino, y a Ricardo Crisorio, por su apoyo en este proyecto.
A Ana María Talak, directora del Doctorado de la Universidad de La Plata, a Antonio Vallecillo, director del Centro Internacional de Doctorado y Posgrado de la Universidad de Málaga y a todos los administrativos de ambas universidades por hacer posible la cotutela de la tesis.
A los entrenadores de las Selecciones Nacionales Argentinas: Hernán Amaya, Daniela Conde, Gabriel Taraburelli, Daniela Krukower, Julián Álvarez, Guillermo Cáceres, Marcelo Germanetto, Germán Barceló, Giselle Pintos. A Diego Grippo, Federico Johnston, al “Negro” Cazón, Andrea Pleitel, a los miembros del Proyecto de Desarrollo Deportivo en la Escuela Media, y a Gabriel Antonielli por su colaboración y apertura a la realización de este proyecto de investigación. De forma especial, agradezco a los adolescentes de las Selecciones Nacionales de Voleibol, Basquetbol, Handball, Gimnasia Artística, Taekwondo, Judo y a los becarios del proyecto de Desarrollo Deportivo en la Escuela Media porque sin su invaluable colaboración este proyecto no habría sido posible.
A las autoridades, preceptores, padres y alumnos de la Escuela Técnica Nº2 "Osvaldo Magnasco", la Escuela Normal N°9 “Domingo F. Sarmiento”, el Colegio de La Salle y el Colegio Paula Montal.
A Yésica Vargas, Silvana Cataldi, Karina Mignolo, Celina Selva, María Sottani, Pamela Parma, Nicolás Robles López, María Luz Hernández, Daniel Schejter, Analía Álvarez, Romina Cossar y Agustina Mazzeo que colaboraron en las administraciones con los adolescentes.
A las chicas del equipo UBACyT: Teresa Esparza, Elizabeth Aranda Coria, Alejandra Gonzalez, Alejandra Calero, y a quienes formaron parte de él en estos años, Claudia Minichiello, Irene Injoque-Ricle y Ana Laura Maglio, compañeras de proyecto, por sus consejos, soporte e incentivo para sacar adelante esta tesis doctoral. Especialmente, a Mariel Giménez y Lucía Bugallo por la ayuda incondicional y los after research de risas y locuras, y a mi “hermana académica”, Fernanda Molina, por los momentos compartidos, por el millar de consejos y sugerencias y por ser mi guía emocional e instrumental a través de este largo camino.
No puedo olvidar a aquellos primeros deportistas con los que trabajé, que han sido fuente de inspiración para este proyecto. A todos ellos, gracias por confiar en mí y compartir sus más íntimas experiencias en el deporte.
Finalmente, en los tres lugares más especiales: a mis amigas, la “Comu”, por compartir todos los proyectos y locuras a lo largo de tantos años; a mi familia, especialmente a mis papás, por enseñarme el valor de nacer y crecer en un contexto de apoyo incondicional que me permitió embarcarme en esta carrera y por empujarme y sostenerme en la aventura de la vida. A Facu, por ser un gran compañero de sueños y la persona que despertó en mí el amor y la pasión por el deporte.





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